lunes, junio 17, 2013

BLUE VALENTINE, Lunes 17 Junio, Cinesa 20:30 y 22:30

¡Saludos a Todos!

Nuestro viaje por el amor del III Ciclo de Cine en VO de Cinesa llega hoy a su última parada con la película Blue Valentine de Derek Cianfrance,  la historia de una relación amorosa ambientada en dos tiempos muy distintos con dos esplendidas interpretaciones a cargo de Ryan Gosling (Drive) y Michelle Williams (Brokeback Mountain, Mi semana con Marilyn) que fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz por este magnífico trabajo en el año 2010. El lunes que viene despediremos nuestros ciclos hasta septiembre con THE TRIP, una divertida comedia de Michael Winterbottom en la que dos actores se embarcan en un viaje gastronómico por diversos restaurantes de Inglaterra. Os esperamos esta noche en Cinesa para disfrutar de Blue Valentine y, como siempre, os rogamos que compartáis este mail con aquellos de vuestros contactos que pudieran estar interesados. Ah, debido a la duración de la película (114') la proyección comenzará puntualmente por lo que os rogamos que vengáis con antelación para adquirir vuestra entrada con la suficiente antelación y evitar así las colas. ¡Un saludo y nos vemos esta noche en Cinesa!

BLUE VALENTINE (EE.UU. 2010)


Dean y Cindy llevan seis años de apasionada historia de amor. Han tenido una hija juntos y han decidido casarse. Pero su amor empieza a desmoronarse. Cindy ha perdido interés por la relación y en un intento por juntar las piezas y reconstruir lo que habían construido juntos, Dean propone ir a pasar la noche a un hotel temático, donde eligen la “habitación del futuro”. Desde este futuro, que Dean y Cindy difícilmente podían haber intuido años atrás, conoceremos la historia de esta pareja, desde sus comienzos hasta el momento en que su amor se va deteriorando de forma al parecer irremediable.

Michelle Williams - Nominaciones al Oscar, Globo de Oro e Independent Spirit Award en la categoría de Mejor Actriz 2011. Ryan Gosling – Nominado al Globo de Oro Mejor Actor 2011



Después de un injustificable retraso de casi tres años que demuestra el pésimo estado - o la miopía - de la distribución en España, esta rara y anómala joya llamada Blue Valentine ha encontrado finalmente la forma de esquivar su destino y estrenarse en España. Algo que nos permite concluir este viaje que hemos realizado en este III Ciclo de Cine en VO a través del amor en sus más diversas etapas con una película que bien podría resumir en sí misma los dos momentos más destacables del amor o mejor dicho, aquellos con los que más fácil nos resulta identificarnos porque todos nos hemos encontrado en uno o en otro: su ilusionante nacimiento y su agónica defunción.


Como si dos caras de la misma moneda se tratase, Derek Cianfrance construye una película que se maneja con habilidad entre dos tiempos narrativos de una pareja: un presente al borde mismo de la ruptura en la que los protagonistas tratan de evitar un destino que el espectador (y ellos mismos) intuyen inevitable por más parches que se le quieran poner a una relación que hace tiempo que navega a la deriva y la contraposición del luminoso momento del encuentro seis años atrás, cuando todo parecía posible y la felicidad de verse reflejado en los brillantes ojos del otro auguraba una preciosa historia alejada de los sinsabores del desgaste al que se ve sometido el amor con la cotidianidad de la vida conyugal, precisamente aquello que falta en el retrato pero que el espectador puede añadir de su propia cosecha sin demasiada dificultad.


El plato no es precisamente nuevo. Pero su guiso y acaso su condimento sí lo sea y eso precisamente es lo que hace de Blue Valentine una película valiosa, por su honestidad y franqueza a la hora de retratar el trayecto de ida y vuelta del romance a la angustia, por la forma en la que esa pareja lucha contra el amargo presente aferrándose a un pasado acaso demasiado diluido pero aun fresco en la memoria, por la innegable química que despliegan sus dos protagonistas, un Ryan Gosling anterior al romanticismo desgarrado de Drive y una magnífica Michelle Williams al que este personaje, capaz de desgranar con la misma solvencia la frescura del enamoramiento y la ojeriza rencorosa de la desdicha, la llevó no por casualidad a las puertas del Oscar a la Mejor Actriz y por la habilidad de Cianfrance, quien con un trabajo de cámara meticuloso, paciente y que se exime a si mismo y en consecuencia al espectador de juzgar duramente a sus criaturas, ni siquiera a entenderlos del todo: se limita a levantar acta de algo que ocurre sin más.


Quizás, como decía aquella vieja canción, se nos rompió el amor de tanto usarlo. Nuestro viaje por el amor llega a su fin. De momento. Porque ya saben que las historias de amor nunca acaban ¿verdad? (David Garrido Bazán, programador del ciclo)





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