jueves, marzo 27, 2008

COMO LA VIDA MISMA, Carrell hace de Bill Murray

No sé muy bien a que iluminado director de casting se le ocurriría eso de poner juntos en una comedia romántica a dos personajes tan opuestos como Steve Carrell y Juliette Binoche - de hecho, la química entre ambos es bastante inexistente: la Binoche parece a ratos algo perdida en un género que desde luego no es el suyo, aunque se le reconoce el esfuerzo - pero de puro disparatada, la cosa hasta tiene su puntillo y todo.

Como la Vida Misma narra en pocas palabras la odisea de un viudo y atribulado padre de tres efervescentes hijas que por una de esas extrañas jugarretas del destino encuentra en un a librería a su alma gemela durante una de esas insufribles reuniones familiares periódicas para descubrir con horror que la susodicha no es otra que la nueva novia que su hermano trae para presentar a la familia. Con tan simple y jugoso punto de partida, el enredo está servido. Solo falta que un equipo competente de guionistas y un reparto acertado lo lleve a buen puerto. Y, en líneas generales, eso es exactamente lo que sucede.Cada vez me convence más este Carrell: no solo me parece un comediante de lo más dotado - quien no haya disfrutado de vez en cuando de su inenarrable jefe Michael en la serie The Office no sabe lo que se está perdiendo - sino que aquí vuelve a exhibir un registro parecido al de su deprimido suicida de Pequeña Miss Sunshine, esa especie de actitud vital entre resignada y comprensiva con los zarandeos que te pega la vida que clava como nadie Bill Murray (Academia Rushmore, Lost in Translation) pero que es una disciplina en la que Carrell demuestra ser asimismo un alumno aventajado. La peli, pese a su previsibilidad y su mensaje por momentos facilón, se aguanta bien gracias principalmente al talento de Carrell y a la empatía que genera en el espectador, que a buen seguro en más de una ocasión se ha visto atrapado en esas terroríficas e inevitables reuniones familiares que pueden convertirse en lo más parecido a un agujero negro de humillación y malrollismo.

El irónico aunque en el fondo bastante amable retrato de la sagrada institución familiar, ese auténtico vía crucis de parientes, se convierte así - como por otro lado ya pasaba en la en mi opinión algo más ácida y lograda Retrato de April, la anterior peli casi desconocida de su director Peter Hedges - en uno de los puntos de interés de una comedia sencilla y resultona que se deja ver con bastante agrado aunque a los cínicos como yo les pueda sobrar algo de azúcar y echen de menos un puntito más de mala leche.Ah, y además se deja ver un ratito esa impresionante moza llamada Emily Blunt. Su casi cameo de esta peli no llega a los niveles de alto voltaje de su magnífica escena con Tom Hanks en La Guerra de Charlie Wilson, pero tampoco está nada mal, la verdad. Siempre es de agradecer.

miércoles, marzo 26, 2008

Se nos ha ido Rafael Azcona

Hoy en la oficina han flipado un poco conmigo. “Ni que se te hubiera muerto un familiar o alguien cercano” decían. En el fondo, así es. He sentido una profunda tristeza al caer en la cuenta que nunca más tendremos el placer de disfrutar de una película con guión de Rafael Azcona – bueno, aun nos queda el próximo Cuerda, Los Girasoles Ciegos, adaptación de la estupenda novela homónima de Alberto Méndez que se estrenará en unos meses – y ni siquiera esa última humorada de buen ateo de palmarla el día después del Domingo de Resurrección ha conseguido levantarme el ánimo. Es demasiada pérdida.

A Azcona, tan humilde y huidizo que durante mucho tiempo incluso hubo quien jugó con su natural aversión a la exposición pública y a la prensa proclamando que ni tan siquiera existía – Berlanga decía que le venía muy bien, pues así podía atribuirse en solitario los méritos de las películas que hicieron juntos – probablemente no le hubiera gustado el reconocimiento unánime y el tributo que desde tantos medios se le han rendido. Hubiera movido un poco la cabeza y habría dicho “Que exageración” o algo semejante.

Les confieso una cosilla: desde que empecé hace unos años a moverme por diversos Festivales y a conocer un poquito el mundillo del cine de este país, siempre tuve la secreta ambición de que en una de éstas pudiera toparme con mi admirado Azcona. Siempre que he escuchado entrevistas suyas o le he visto por televisión me parecía alguien afable, accesible, uno de esos con los que quizás no hubiera costado demasiado trabajo entablar una conversación sobre cualquier cosa, no necesariamente sobre el cine o su obra. Ya no será posible.

Es un lugar común afirmar que con la muerte de Azcona desaparece el mejor guionista que ha tenido nunca el cine español, aquel que consiguió con obras tan bien escritas como El Pisito, Plácido o El Verdugo retratar de manera increíblemente precisa esa sociedad española de la posguerra, tan dada a encontrar una sonrisa en medio de las cosas más terribles. La palabra que mejor le ha definido, creo, es humanidad: Azcona siempre encontraba una forma de conseguir que el espectador pudiera identificarse con la parte humana de sus personajes, aun de aquellos que se comportaban de una forma mezquina o poco edificante, porque sabía que en el fondo, todos los seres humanos tenemos esa extraña y desconcertante habilidad para pasar de un lado a otro del espejo con desarmante facilidad.

Hoy en día, yo no estaría escribiendo estas líneas si no fuera por Azcona. No exagero ni una palabra: Plácido probablemente sea la película de cine español que más veces he visto a lo largo de mi vida y una de las que sin duda me enseñaron desde bien pequeño a aprender que el cine servía para contar muchas más cosas que historias de vaqueros, soldados y romanos. Me enseñó además, mucho antes que yo tuviera la más mínima idea de quien era Billy Wilder, a apreciar el absurdo cotidiano, a descubrir que las películas podían tener un lenguaje oculto que contaba más que una simple historia y a realizar una crítica demoledora de una situación sin dejar por ello en ningún momento de intentar arrancarte una sonrisa cómplice o hacer que amaras a sus criaturas, no importa lo patéticos que pudieran llegar a ser sus comportamientos en pantalla, ya que su acercamiento, siempre humano, siempre realista en el mejor sentido que podía ofrecer un agudísimo observador de las contradicciones y las paradojas de lo cotidiano te obligaba una y otra vez a comprender a esos personajes.

Azcona está asimismo detrás de obras imprescindibles en mi cinefilia como La Escopeta Nacional (“¡¡Lo que yo he unido en la tierra no lo deshace ni Dios en el cielo!!” aquella sentencia del cura franquista Agustín González, es una de mis frases favoritas de todos los tiempos), La Gran Comilona, la extravagante Tamaño Natural - ¡yo también quería una muñeca! – la rompedora Un Hombre llamado Flor de Otoño, la divertidísima La Vaquilla, sus colaboraciones con Trueba en El Año de las Luces, Belle Epoque y La Niña de Tus Ojos, sus impecables adaptaciones de El Bosque Animado – una de esas raras ocasiones en que una película puede ser un placer aun mucho mejor que un gran libro – y La Lengua de las Mariposas... tantas y tantas estupendas películas...

No llegué nunca a conocer a Azcona. Por lo tanto, creo que es de justicia dejar que la gente que sí le conoció y que sabe mucho más de la persona que yo escriba sobre él. De entre los muchos artículos que le han dedicado hoy los periódicos me quedo con estos:

Ángel Sánchez Harguindey, Azcona deja el Mundanal Ruido

David Trueba, Con los Pies en la Tierra

Carlos Boyero, El guión era un arte

En cualquier caso, más allá de que el mejor homenaje es y será disfrutar una y otra vez con sus películas – o leer alguna de sus novelas, asignatura que por cierto tengo pendiente – creo que lo mejor es dejar al propio Azcona expresarse como a él sin duda le hubiera gustado, con una charla con un viejo amigo como Luis Alegre. Una charla cualquiera de café filmada es lo que parece esta esplendida entrevista que le hizo hace ahora poco más de un año.

"Ya está” dicen que fue lo último que dijo. Pues sí, maestro. Ya está. Muchas gracias por todo. De verdad.

lunes, marzo 24, 2008

FILMOTECA EN MÉRIDA: Persépolis, animación y denuncia

Hay un mérito indiscutible que reconocerle a esta interesante película que la Filmoteca de Extremadura proyecta en Mérida en el Centro Cultural Alcazaba el martes día 25 a partir de las 20:30 horas: es muy infrecuente encontrar una película capaz de aunar con cierto éxito la animación y la denuncia política. En realidad no podía haber sido de otra forma. Persépolis no es sino la fiel adaptación de un muy recomendable cómic homónimo que narra la autobiografía de su autora, Marjane Satrapi, que utilizó su propia historia para repasar 16 años de su vida desde los 8 a los 24 años, un periodo que corre paralelo al doloroso proceso por el que su país, Irán, atravesó desde la caída del régimen del Sha y la instauración de la República Islámica, pasando por la guerra Irán-Irak o la brutal represión que desde todas las instancias del poder se ha llevado a cabo sobre el pueblo iraní, incidiendo especialmente en todo lo que se refiere al marrón de nacer mujer en dicho país, razón principal por la que está incluida en este ciclo.

Persépolis se mantiene fiel tanto al blanco y negro como al trazo simple y hasta un tanto naif del cómic original, configurando una obra que pretende algo sumamente difícil de lograr como es mezclar la contundente denuncia politico-social a la vez que acerca en cierta forma a la sociedad occidental una visión de la realidad iraní alejada de los tópicos con los que suele asociarse por defecto el tener esa nacionalidad. Satrapi utiliza para ello armas como sus propios recuerdos, la nostalgia, el sentido del humor y la autocrítica, sin que por ello se resienta un ápice ni la fuerza de su mensaje ni la capacidad de entretener de su película.

Resulta conmovedor asistir en primera persona y comprender mejor el proceso por el cuál aquellos que en su momento se opusieron a la dictadura pro-occidental del Sha cayeron en manos de un régimen mucho peor que cercenó de raíz cualquier atisbo de acercarse a algo remotamente parecido a una democracia y que, con la excusa de la guerra, se afianzó de manera permanente en el poder a base de encarcelar y asesinar a todo opositor, con los tristes resultados que todos conocemos y que aun perduran en nuestros días.

En mi opinión Persépolis – que ya fue galardonada con el Premio del Jurado en Cannes y fue la sorpresiva representante de Francia para los Oscar, donde estuvo nominada como Mejor Película de Animación – es una de esas obras que merece la pena descubrir tanto por la importancia de lo que cuenta como por la forma de hacerlo y la puerta que abre a que en el futuro puedan llevarse a cabo más adaptaciones de magníficas novelas gráficas a la gran pantalla. Los habrá que no encajen bien esa original apuesta de utilizar un trazo tan simple de animación tradicional y un peculiar sentido del humor como contrapunto para contar unos hechos tan terribles, pero conviene recordar que así es la novela gráfica original, a la que es extraordinariamente fiel.

A pesar de algún tramo algo falto de ritmo y cierta ingenuidad en su desenlace, Persépolis no carece ni mucho menos de interés, se deja ver con no poco agrado y si, como pretenden sus artífices, consigue su objetivo de arrojar algo de luz para el gran público sobre los orígenes del régimen que aun perdura en Irán, tan de triste actualidad hoy en día en el panorama internacional por su papel en ese polvorín siempre inestable que es Oriente Medio y la verdadera situación del pueblo que se oculta bajo la sombra de dicho régimen, pues bienvenida sea.

La entrada cuesta un solo y misero eurito de nada. Como de costumbre, os ruego que le deis a este mensaje toda la difusión que os sea posible entre vuestros contactos, con el fin de llevar al cine cuanta más gente mejor para que propuestas alternativas al cine comercial continúen creciendo en nuestra ciudad.

lunes, marzo 10, 2008

FILMOTECA EN MÉRIDA: Pequeña Miss Sunshine

Los amantes del cine en Mérida estamos de enhorabuena. Las proyecciones de la Filmoteca de Extremadura se reanudan en el Centro Cultural Alcazaba este MARTES 11 DE MARZO a partir de las 20:30 horas.

Por el módico precio de un eurito la entrada durante este mes de marzo podremos disfrutar de cuatro películas que se distribuyen de la siguiente forma:




Martes 11: PEQUEÑA MISS SUNSHINE
de Jonathan Dayton y Valerie Faris (USA, 2006) 20:30

Jueves 13: EL REGRESO de Andrey Zvyagintsev (Rusia, 2003) 20:30

Martes 25: PERSÉPOLIS de Marjane Satrapi (Francia, 2007) 20:30

Jueves 29: CONVERSACIONES CON MI JARDINERO de Jean Becker (Francia, 2007) 20:30

PEQUEÑA MISS SUNSHINE
La película con la que se abren mañana las proyecciones es una obra que aunque se estrenó en Mérida en su momento estoy seguro que algunos de vosotros la dejasteis pasar, lo que significa que es una estupenda ocasión para recuperarla en pantalla grande. Pequeña Miss Sunshine es una pequeña joya. Cuenta de modo brillante la historia de una familia de tronados que se embarcan en una furgoneta destartalada a la búsqueda de cumplir el improbable sueño de una niña convencida por todos los que están a su alrededor de su condición de precoz Miss America en un concurso infantil a todas luces denigrante.
Personajes tan cuidados como entrañables, diálogos inteligentes, situaciones cercanas al surrealismo y una feroz crítica a cierto modo de pensar estadounidense conforman una película menos hiriente que American Beauty pero impregnada en el fondo de su mismo espíritu cínico. Espléndidamente interpretada por un reparto en estado de gracia (Toni Collette, Greg Kinnear, Alan Arkin, Paul Dano y un inmenso Steve Carell rodean a una maravillosa niña, Abigail Breslin, que es todo un descubrimiento) Pequeña Miss Sunshine recibió cuatro nominaciones al Oscar: Mejor Película, Mejor Actriz de Reparto (Abigail Breslin), Mejor Actor de Reparto (Alan Arkin) y Mejor Guión Original, consiguiendo los dos últimos con todo merecimiento.

Os ruego que le deis a este mensaje la máxima difusión que podáis entre vuestros amigos y conocidos residentes en Mérida. Es muy importante que la gente acuda al cine en el mayor número posible - yo os pediría incluso a los que ya la hayáis disfrutado que hiciérais el esfuerzo de verla una segunda vez - ya que en cierta manera de ello depende que tengamos en el futuro dos proyecciones semanales en nuestra ciudad. La situación es la siguiente: la vuelta de la Filmoteca supone que a partir del mes de abril todos los jueves habrá una proyección en el Centro Cultural Alcazaba pero el Ayuntamiento tiene sobre su mesa una proposición del Cine Club Forvm para hacer tres ciclos programados por nosotros en Abril, Mayo y Junio en tres martes de cada mes, proposición sobre la que aún no hemos obtenido respuesta y aunque no debería ser así mucho nos tememos que la viabilidad o no de la misma puede depender de la afluencia de espectadores a las proyecciones de la Filmoteca de Extremadura de este marzo, especialmente de las que tengan lugar los martes.La publicidad realizada desde el Ayuntamiento no informa bien en sus carteles acerca de las fechas y horarios de proyección, lo cual hace doblemente importante la difusión de este mail entre vuestros amigos y conocidos amantes del cine que pudieran estar interesados. Así pues, ya sabéis:

¡SI QUIERES QUE HAYA MÁS CINE EN MÉRIDA, ACUDE A LA FILMOTECA Y POR FAVOR, DIFUNDE ESTE MAIL TODO LO QUE PUEDAS!

domingo, marzo 02, 2008

La Noche Más Hermosa

Es un lugar común a estas alturas afirmar que un San Pancracio trae suerte. Nosotros lo hemos recibido con tan solo dos ediciones del Festival de Cine Inédito y necesitamos toda la suerte del mundo para seguir creciendo porque, eso sí, trabajo e ilusión nunca van a faltar para que este sueño siga funcionando a todo tren. Pero la noche del sábado era una noche para disfrutar. Era una noche para agradecer el reconocimiento a un trabajo bien hecho en muy buena compañía y relajarse con toda el desenfado, el humor y el glamour (?) que acompaña a una Gala de estas características que más que una ceremonia trascendente funciona como una reunión de viejos amigos encantados de estar por allí.

Y es que esa fue la tónica dominante de la noche: presentadores que ya habían sido Premios San Pancracio’s en años anteriores o muy bien relacionados con los premiados se dejaban caer por el escenario para entregar los galardones de este año y todos sin excepción parecían más que felices de reencontrarse con Cáceres y los Re-Bross, también llamados Los Hombres de Paco, que no pararon de recibir agradecimientos a diestro y siniestro. Una que debutaba en estos menesteres era la presentadora Eva Hache, que con notable desparpajo, tablas y su habitual sentido del humor condujo la ceremonia con mano firme casi en todo momento – y cuando no fue así, ya que algún momento hubo en el que se perdió por el guión, salió del paso improvisando con naturalidad y oficio – con la sombra inquietante de ese San Pancracio/Michael Myers/azafato presente en todo momento en el escenario del que descubrimos con no poco estupor en la fiesta post gala que lucía un hermoso mostacho una vez despojado de la máscara blanca del protagonista de Halloween.

De lo ocurrido en una gala más que hacer una crónica al uso prefiero quedarme con diversos momentos que me parecieron reseñables. Empecemos por lo nuestro: Ángel Briz, muy hábil él, repitió su numerito Adrien Brody recogiendo el Oscar que ya clavara en Mérida en la entrega de los premios imprescindibles de COPE simulando un besazo de película para sorpresa de la actriz que le entregaba el San Pancracio y alborozo de todos los presentes, con lo que rompió el hielo de maravilla y tuvo tiempo de recordar a todos los que curramos en el Festival antes de hacer esa discreta a la vez que firme reivindicación de un mayor apoyo económico y de todo tipo por parte de la Junta a nuestro certamen, algo de lo que espero que tomara buena nota la consejera de Cultura Leonor Flores presente entre el público.

Juan Margallo y Petra Martínez, pareja artística de altura y matrimonio en la vida real, hicieron una prolongación de su magnífico espectáculo teatral Adosado(s) sobre el escenario del Gran Teatro cuando el primero recogió su San Pancracio uno de los Nuestros. Fueron absolutamente hilarantes las anécdotas del principio de su carrera artística (¡haciendo de falso boliviano con un grupo musical latinoamericano de gira en el mismo Cáceres donde todo Dios le conocía!). Genio y figura total, pocas intervenciones fueron más divertidas durante la gala que la de Margallo, buen actor y mejor persona.

Momentazo de la noche fue también el premio Pasión por el Cine que recibió Luis Alegre, al que Eva Hache obligó a cantar las primeras estrofas de La Bien Pagá – muy bien por cierto: nos quedamos con ganas de más – antes de retirarse del escenario. No estuvo nada mal tampoco la entrega del premio al Mejor Actor: entre que José Coronado no estaba entre bambalinas cuando Eva Hache reclamó su presencia – posiblemente porque lo hizo antes de lo que indicaba el guión –, que éste obligó a Enrique Urbizu a que subiera al escenario con él para entregar el premio, que pasaron de hacer la semblanza del premiado porque prefirieron dejar clara la estrecha relación que les une a todos desde que hicieron juntos esa maravillosa película llamada La Vida Mancha y la emoción que embargó por completo a Juan Sanz cuando al final subió al escenario, aquello fue estupendo.

También fue destacable la salida de la Sardà en plan maestra de ceremonias quejándose de que Eva Hache le pisaba todos los chistes que iba pensando decir al salir, una forma como otra cualquiera de alabar su trabajo. Disfrutamos además de la enorme complicidad que demostró con una coherente Elvira Mínguez que elaboró el que probablemente fue el mejor discurso de agradecimiento de la noche. Gracias a Verónica Sánchez descubrimos que una amiga suya castigaba a su San Pancracio cuando no cumplía lo que le pedía metiéndolo temporadas enteras en el congelador e indultándolo de cuando en cuando. Prometió no hacer lo propio, claro.

Ray Loriga estuvo más que consciente del alcance de su premio al Mejor Director por Teresa, El Cuerpo de Cristo “Creí que era el Premio Sor Citroen a la mejor peli de monjas. No se si lo hay, pero si lo hubiera igual tampoco me lo hubiera llevado. Ya sé que hay muchos que piensan que no me merezco este premio. Pero igualmente hay muchos otros que se llevan premios que no se merecen, así que éste se viene conmigo a casa” y José Luis Borau, presentado por la presidenta de la Academia Ángeles González Sinde, además de conseguir la merecida ovación de la noche puso un punto bien simpático cuando, a punto de abandonar el escenario y fuera del alcance de los micrófonos se dio lentamente la vuelta y musitó “Ah, por cierto: a mi si me parece La Soledad la mejor película del año” Alguien lo había puesto en duda.

Pero si tuviera que destacar un solo momento de toda la gala, ese sería sin duda el San Pancracio Honorífico que se quedó sin recoger Antonio Gasset, que probablemente huyó despavorido cuando tuvo noticia de lo que pretendían hacer los Re-Bross: un video en el que se recogían todas y cada una de sus estupendas menciones a los San Pancracio en sus soliloquios de Días de Cine, que tanto han hecho por engrandecer este festival, dejó un agujero en el corazón de la gala, pues todos hubiésemos querido reencontrarnos con el ya prejubilado presentador, que probablemente será ahora mucho más feliz dedicándose a cosas que poco o nada tendrán que ver con el cine.

Por lo demás, los números de baile del grupo de Jimmy Roca que abrieron y cerraron la gala fueron espectaculares y de los tres temas musicales funcionaron razonablemente bien el momento cantautor y el You’re So Beautiful y ya no tanto el numerito tecno-futurista (¡con arpa-láser y todo!) que nos dejó a todos tan perplejos como atufados de humo. Eso si, le reconozco el mérito a la vocalista: no debe ser nada fácil igualar las proezas vocales de la cantante aquella que salía en la peli El Quinto Elemento de Luc Besson cuyos acordes reconocí al cabo de un rato.

Resumiendo: dos horas que se pasaron bastante rapidito y al término de las cuales los tres miembros del festival que allí quedamos posábamos orgullosos con nuestro hermoso San Pancracio (y su perejil). En la fiesta post-gala en el Palacio de los Golfines (una de las tres que había y la única, creo, reservada a los premiados y organizadores) tuve tiempo más que de sobra para buscar una foto que me hacía una especial ilusión: rodearme de los tres artífices de una de mis pelis españolas favoritas de los últimos años, La Vida Mancha. Mira que soy poco mitómano pero esa instantánea – que repetimos hasta tres veces tentando la paciencia de los implicados hasta que quedó a mi gusto – me apetecía mucho tenerla. Con buen ambiente, unas copitas, algo de comer, buen rollo en general y contentos por la noche tan estupenda que habíamos pasado (hasta el clima, magnífico, nos fue de lo más propicio) fuimos terminando una noche hermosa en la que el Festival de Cine Inédito de Mérida no dejó de forjarse: servidor hasta le estuvo dando la vara un rato a Daniel Sánchez Arévalo, director de AzulOscuroCasiNegro – Azul Marengo, según Eva Hache – recién comenzado el rodaje de su próximo largometraje Gente Gorda para que nos lo traiga a Mérida en Diciembre. Será imposible, porque su plan de rodaje está previsto que se alargue hasta Septiembre pero mira, por intentarlo que no quede...